La
noche era fría a causa de las fechas a las que estaban, dos jóvenes caminaban
entre el bosque oscuro en silencio.
Ambos
vestían unos pantalones negros, un abrigo negro también y una camiseta blanca
debajo. Andaban a paso lento y seguro, asegurándose de que nadie les seguía.
-¿Estas
bien?-le preguntó el chico de pelo castaño a la chica- no me has dirigido la
palabra en todo el trayecto.
-Eh…
Si bien, bien-le dijo ella, pero él la paró para mirarla- esa chica no se merecía lo que
le dije, era de nuestro lado y seguramente ahora el teniente Hoffman le
castigará a su forma.
-Cierto,
sería una buena bastarda-le contestó él,
pero tomó aliento pensando en si debía o no decirle el secreto de Niall.
FLASHBACK
-Te prometí que me mantendría viva, pero es difícil
con este cabrón merodeando a mí alrededor a todas horas. Debes estar cerca de
mí.
-Si yo no hubiera intervenido, tú ya estarías
muerta. Así que por favor, déjate los actos de rebeldía y sé sensata de una vez
por todas.- ella asiente con los ojos casi cerrados.- Ahora duerme, cuando te
despiertes estarás mucho mejor.- ella cierra los ojos y él le da un beso en la
frente.
Louis que lo ha observado y escuchado todo no ve el
momento de contárselo a su hermana Abbey, la cual se asombrará aún más que él.
-¿Sorprendido?- el castaño asiente.- Pues como digas
algo te corto los huevos, poniéndotelos de corbata y después te vuelo la cabeza,
¿queda claro?
-Le he dicho que estoy a sus órdenes, mi teniente.
Jamás contaré nada. Además que me parece un acto precioso el que está haciendo.
Dicen que el amor aparece en cada esquina.
-Pero yo no estoy enamorado de ella.- entonces se
queda pensativo y reflexiona, porque tal vez sí lo esté.
Se dirigieron a la casa para ir a la habitación del
teniente. La muchacha seguía indecisa mirando a Louis el cual les seguía con la
mirada seria.
-Por favor coge comida de la cocina, te veo en mi
habitación-le dijo el rubio.
El castaño le obedeció mientras su jefe se llevaba a
la joven, dejando pensar al inglés si lo hacía para ayudarla realmente o quería
hacerla sufrir. Cogió un trozo de pan, un poco de agua y fruta para salir en
busca de la habitación de Niall. Subió las escaleras lentamente y pasó los
varios pasillos hasta llegar ante la puerta de su superior, respiró
profundamente y llamó antes de entrar.
Al entrar la imagen que se encontró fue a Niall de
rodillas curándole una herida que tenía en la rodilla. Ella estaba en la silla
sentada mirando extrañada como el otro la curaba. Louis entró y dejó la comida
sobre el escritorio que tenía al lado del armario. Después de que este le
curara las heridas le tendió la comida y ella le miró extrañada “confía en mí,
sino no sobrevivirás y sabes que no es lo que quiero” le dijo él haciendo a la
joven acceder. Pero ella se paró mirando al castaño fijamente, “tranquila, no
diré nada, lo he jurado ante mi superior” le contestó mientras se sentaba sobre
la cama a ver como acababa y pensaba, “¿De verdad un nazi puede comportarse así
con alguien que no es su raza?”. Cuando acabó de comer ambos se despidieron y él
le susurro algo que el otro no pudo entender, cerró la puerta y se sentó en la
silla de el escritorio frente a la silla donde hace un instante había estado la
morena de ojos azules.
-Se llama Helena ¿sabes? No es una judía, es más
bien mestiza al igual que su hermano. Es la persona más valiente y orgullosa
que he conocido nunca-habló el rubio poniendo dos copas de whisky, una para él
y otra para su compañero.
-Pero señor, sigue siendo judía, ¿acaso está negando
la verdad de nuestro líder? –le preguntó
Louis.
-He estado durante años sacrificando, matando y
castigando a esas personas-paró para tomar un trago- Me he cansado, yo toda mi
vida he obedecido sin pensar, ahora lo pienso y es ridículo, más con una
persona como ella que no se ha dado por vencida. No ha tomado el camino fácil
como yo, se ha enfrentado a sus peligros con valentía. Sé que no debería haber
contado nada pero espero que te quede bien claro que si te atreves a contar
algo de lo que ha pasado en esta habitación, te juro que no habrá lugar en el
mundo donde puedas esconderte de mí y te haré pagar por haberme traicionado.
-¿Por qué confía en mí?-se atreve a preguntar el
castaño de ojos azules- Conoce a Harry mejor que a mí, debería tener más
confianza que en mí.
-¿Acaso no has visto la escena que ha montado
hoy?-le dijo Niall acabándose la copa-No me importaría morir yo, pero sé que la
mataría lentamente teniéndome a mi enfrente para vernos sufrir a ambos. Además
llámalo instinto o lo que quieras, pero algo me dice que puedo confiar en ti.
-De hecho, puede hacerlo mi teniente. Esto no saldrá
de mi boca al igual que no saldrá de su habitación-le contesto él con una
mirada seria pero con una sonrisa sincera.
FIN FLASHBACK
-Entonces…
¿Niall es bueno?-le pregunto la castaña parándose entre los árboles.
-Parece
ser que no es igual que Harry- le dijo él siguiendo el camino haciendo que ella
se tensara- ¿Cómo te ha ido con él?
-Bien,
bien-le contestó ella recordando lo que pasó.
FLASHBACK
Salieron de aquel lugar ambos. Más bien él la
conducía hasta donde él quería, así que fueron a un comedor para comer un buen
plato de Eisbein. Ella intentaba comer con delicadeza como una buena dama
mientras él también se comportaba como un caballero. Para ser un capullo, sabía
ser educado. Después de comer se dirigieron a un salón privado donde tomarían
algo de té. Estaba decorada con cortinas oscuras y elegantes sillones
cómodos, la mesa con unas tazas de
porcelana de color beige junto con unas pastas. Aunque parecía que estaba
siendo bastante amable siempre le acababa diciendo algún piropo coqueteando.
Pero aunque ella le seguía la corriente
con sus encantos, en su interior sentía nervios.
-Bueno y cuéntame algo de ti, tú ya lo sabes todo
sobre mí-le dijo la castaña con una sonrisa coqueta.
-Bueno pues nací en Berlín. Mi madre y mi padre
también nacieron allí. Mi padre trabajaba en el ejército, de ahí mis ganas por
entrar ya que siempre le admiré por su trabajo y el honor que representaba.
Tengo una hermana, Gemma, que es mi hermana mayor. Los tres viven en nuestra
antigua casa, yo fui trasladado donde mis superiores, o sea aquí.-le explicó él remarcando la
palabra “aquí” y mirándole a los ojos con una sonrisa- En cuanto a mi
adolescencia… Estudié en un colegio mayor privado, donde conocí a Niall. Parece
mentira que cuando le conocí fuera un “chico swing” y ahora es un gran
teniente.
-Espera, ¿chico swing?-le preguntó esta extrañada.
-Sí. Es decir, el swing es un estilo de baile y
música inglés. No es muy bien visto en Alemania, dado que muchos de los
compositores son negros o judíos. Pero supongo que no te he contado nada que no
supieras-le dijo él y ella cayó en la cuenta, así que le contestó con una
improvisación.
-No quería decir que parece mentira que el teniente
Hoffman fuera un swing, por favor es inmoral. Esos estúpidos niñatos con música
impura-se atrevió a decir ella sabiendo que a ella si le gustaba el estilo de
música.
-Me sorprendes, nunca he conocido a una dama con su
carácter, señorita Müller- le dijo sonriendo y bebiendo un poco del té.
-Me ofende mi teniente. ¿Acaso es malo?-le contestó ella con una
sonrisa pícara.
-No, no para nada, la admiro además de por supuesto
su belleza natural-le explicó él.
-Gracias, supongo que me vendrá de familia aunque
usted no se queda corto-le contestó comiéndose lentamente una pasta.- ¿Nunca os
habéis encontrado a ningún infiltrado, es decir algún alemán que no defienda
nuestra ideología?
-Si es cierto que una vez nos encontramos a una
judía que se hacía pasar por alemana, lo cierto es que nos engañó bastante. Ella
era rubia de ojos azules, ¿quién se lo iba a imaginar? Pero la descubrimos
finalmente-le contestó él.
-¿Cómo lo supisteis?- le volvió a cuestionar tomando
otro trago de té.
-Bueno, lo cierto es que jugó con los dos. Intentó
separarnos con su cariño por así decirlo y hubo un instante en el que
consiguió. Pero un día al pedir unas copas hizo un gesto que no es nuestro
típico, era extraño-le contestó él imitándola con el té.
-Oh, menuda estúpida y malcriada -le dijo ella
apoyando la mano sobre la mesa al lado de la suya- ¿Qué podría hacerte alguien
para que le odies?
-Bueno, sé perfectamente que muchas veces no tengo
un comportamiento digno, sino más bien de un capullo pero lo que sin duda no
soporto, es la mentira.-le contestó él haciendo que ella se tensara y tragara
saliva para hacer una sonrisa falsa- Pero tranquila, a ti nunca podría
odiarte-le dijo cogiéndole de la mano y haciendo que ella se sonrojara
levemente.
FIN FLASHBACK
Al
fin llegaron al lugar dónde habían quedado con sus amigos para informar de lo
que estaba pasando, aunque ambos habían quedado en que no le contarían a nadie lo ocurrido con Niall.
Era un círculo perfecto en medio del bosque con algunas rocas enormes en medio
de la explanada. “Déjame adivinar mi
querido amigo, cuándo salgas de aquí te quitarás ese uniforme, ¿verdad?”
Oyeron una voz provocando una sonrisa a
ambos espías que llegaban donde estaba la luz que les indicaba donde estaban
sus compañeros, “Te voy a dar algo que
nunca podrás olvidar, así siempre se sabrá que eres un maldito nazi” contestaron
ambos al llegar. Abrazos se repartieron entre los cinco que habían allí,
después se sentaron sobre el suelo de hierba a hablar y ponerse al día de lo
que todos habían hecho.